Este es un articulo que nos permite ver un punto de vista en el tema de artesanía, el cual vincula el sector económico y social.
![Ana Milena Muñoz de Gaviria](http://static.elespectador.com/sites/elespectador.com/themes/elespectador/images/columnistas/ana-milena-munoz-de-gaviria-alta.gif)
Por: Ana
Milena Muñoz de Gaviria
La artesanía siempre ha sido vista como un sector sin mayor importancia
en la economía. Sin embargo, es una actividad creativa fácil de desarrollarse,
que generalmente se hace con las manos y de manera individual
Tradicionalmente se ha hecho desde el campo, en
zonas indígenas o en algunos sectores de las grandes ciudades. Es un sector con
alto potencial en términos de generación de ingresos para el campo y aun para
sectores desmovilizados y víctimas de la violencia. Y es que la base de los
productos artesanales son productos naturales que se encuentran al alcance de
la mano, como arcilla, bambú, cuero, fibras, fique, guadua, lana, madera,
tagua, totumo, metales preciosos, etcétera. Pero igualmente son productos del saber
popular y tradicional como el bordado y el tejido.
La artesanía tiene un gran potencial económico y es una fuente importante de empleo, que si está bien organizada puede contribuir al desarrollo económico y social y aportar en la solución de los problemas del campo colombiano y las zonas marginales de la ciudad. Las artesanías podrían ser un importante instrumento para la paz.
Pero para que eso se dé es importante que tanto el Ministerio de
Comercio e Industria como el de Hacienda sean conscientes de su importancia y
su potencial y generen los recursos necesarios para la organización de este
sector, que podría crecer y contribuir en el PIB nacional. Es necesario que el
sector tenga recursos propios y que no esté al vaivén de los recursos del
presupuesto en los que el sector privado podría contribuir.
Y en este sentido vale la pena destacar la tarea de la Escuela de Artes
y Oficios, que no solo ha hecho una importante labor desde el sector privado en
el aporte económico, sino en la conservación y promoción del acervo cultural de
nuestro país.
Existen más de 350.000 artesanos directos según el censo, pero podría
haber más y así crear cadenas productivas, como lo hizo Italia con su trabajo
del cuero. Y aunque los recursos son importantes, es necesario el fortalecimiento
institucional y una política integral que una esta actividad con otros sectores
e instituciones, como el Sena, las cajas de compensación y el sector privado.
Sería obvio que en los programas de la política de paz, Artesanías de
Colombia sea parte. Por ejemplo, en capacitación, Artesanías no tiene los
recursos necesarios, pero el Sena o algunas ONG los tienen y podrían dirigir
recursos y actividades hacia ese sector en forma coordinada. En
comercialización se podrían crear clústeres y mecanismos de comercialización
que sumen a las importantes ferias que se realizan.
Sería bueno mirar este sector, que no solo es importante desde lo
económico, sino desde lo social, lo cultural y lo educativo.
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